“Tenía que ser agresivo desde el primer hoyo, y eso me ha penalizado”, lamentaba un David Puig notabilísimo toda la semana… hasta que en el hoyo 15 fue todo lo valiente que requería la situación y lo pagó con un doloroso 9.
El golfista catalán desveló su estrategia sin tapujos: “intentar llegar lo más arriba que pudiese, y para ello había que ser agresivos”. Mostró un nivel excelso durante más de la mitad de la vuelta, pero el hoyo 15 supuso un punto de inflexión, en este caso negativo.
David lo explicó con claridad: “hice un mal swing de salida y la bola me botó relativamente mal. Me fui al agua y a partir de ahí… la bandera estaba corta y tenía que seguir siendo agresivo para salvar el par y seguir con esa racha. Y me fui al agua un par de veces más” explicaba.
El joven golfista, resignado pero orgulloso
Con rostro de evidente resignación, David reconoció estar “decepcionado” por ese final, pero no por ello ha dejado de valorar la experiencia que ha vivido en París. “Tengo ganas de repetir en cuatro años. Representar a España es un orgullo, espero tener la opción de volver”, aseguró.
“Estar aquí es un orgullo, hay mucho trabajo detrás para poder llegar a estar aquí. Me hubiese gustado hacerlo mejor, pero el hecho de estar aquí y compartirlo con Jon ha sido un orgullo”, indicaba un David Puig que hace seis meses apenas sí soñaba con disputar estos Juegos y que ha firmado un papel de notable alto durante gran parte de ellos.