No hay manera. El Espanyol no pudo pasar del empate a cero en la visita del Toulouse a la Ciutat Esportiva Dani Jarque (0-0). El equipo blanquiazul sabe competir de tú a tú, es disciplinado y ordenado, muy rocoso defensivamente, pero tiene un claro déficit goleador.
A la espera de unos fichajes que siguen sin llegar, Manolo González se decantó de inicio por un once titular, que salvo por la suplencia de Javi Puado, bien podría ser el del debut liguero ante el Valladolid. El técnico ‘perico’ continuó apostando por la defensa de cinco, con tres centrales y dos carrileros, que parece haber llegado para quedarse.
BUEN ARRANQUE ‘PERICO’
El Espanyol salió con un gran empuje y muy intenso, ganando la mayoría de los duelos sobre el terreno de juego. Sin ocasiones de peligros en los primeros minutos, el conjunto blanquiazul mandó un aviso a la salida de un córner con un disparo de Jofre que desvió la defensa visitante.
Como es habitual, los de Manolo González estaban bien plantados sobre el campo. El conjunto blanquiazul dejaba pocos espacios entre líneas, iba con dureza a los duelos y atesoraba un compromiso y una solidaridad indiscutible desde la llegada del entrenador gallego.
Con Calero, Cabrera y Omar El Hilali repeliendo las pocas intentonas del Toulouse, Álvaro Tejero y Carlos Romero ganaban altura en los carriles para intentar crear peligro llegando a línea de fondo. Pasados los veinte minutos de la primera mitad, Jofre lo volvió a probar con un remate demasiado cruzado tras una buena conducción.
POCAS OCASIONES CLARAS
A pesar de llegar al encuentro mucho más rodado, el conjunto francés no conseguía hacerse con el mando del balón. En uno de los pocos acercamientos, Frank Magri atizó con fuerza al balón, pero un muy seguro Ángel Fortuño detuvo el disparo en dos tiempos.
Antes del descanso, el Espanyol lo intentó en hasta dos ocasiones. En primer lugar, Omar El Hilali recuperó el esférico en una excelente acción defensiva, condujo superando rivales y se animó con un disparo que acabó en las manos de Álex Domínguez. Posteriormente, fue turno para Pere Milla, que a pesar de encontrar una buena posición dentro del área, no pudo finalizar con éxito.
El entreacto nos dejó una de esas imágenes curiosas que solo se pueden dar en la pretemporada. Y es que el entrenador del Toulouse, Carles Martínez, prefirió no irse a los vestuarios y dar las instrucciones a sus jugadores de cara a la segunda mitad en una pizarra sobre el terreno de juego.
Poco cambió el guion en el arranque de los últimos cuarenta y cinco minutos, con un Espanyol ordenado, pero con serias dificultades para crear ocasiones peligrosas de gol. La circulación de balón de los ‘pericos’ seguía siendo demasiado lenta y faltaba fluidez para llegar a las inmediaciones de la portería contraria.
EL RITMO DESCIENDE
Las buenas noticias para el Espanyol llegaron antes del ecuador de la segunda parte. No fue en forma de gol, sino que Javi Puado entró en el terreno de juego dejando ya totalmente atrás sus molestias en la rodilla. Con el paso de los minutos, el ritmo del encuentro bajó considerablemente debido a las continuas sustituciones, la alta temperatura y el cansancio habitual a estas alturas de la pretemporada.
Lo intentó el Espanyol hasta el final delante de un Toulouse bien plantado defensivamente. No hubo manera de abrir el cerrojo francés y el cuadro ‘perico’ sumó un nuevo empate en una pretemporada donde sigue invicto.