Cuando llega el verano, los repelentes se vuelven esenciales para mantener a raya a los mosquitos, ya que afectan su comportamiento y los alejan de personas y animales. Estos productos, al ser aplicados sobre la piel, interfieren con el olfato de los mosquitos, previniendo sus picaduras.
Entre los repelentes más populares se encuentran el IR3535, el DEET y productos de origen vegetal como la citronela, aunque esta última tiene una eficacia limitada debido a su rápida evaporación.
Sin embargo, una cuestión que provoca muchas dudas es si las pulseras antimosquitos, que contienen ingredientes como lavanda, citronela, geraniol o DEET, son realmente efectivas. Varios estudios han demostrado que su eficacia es baja, ya que para ser efectivas, las sustancias deberían aplicarse directamente sobre la piel. Por lo tanto, invertir en estas pulseras puede no ser la mejor opción, ya que cuestan entre 8 y 15 euros.
Si decides usar pulseras antimosquitos de todos modos, asegúrate de que estén homologadas y verifica que cumplan con los requisitos de la OCU y la AEMPS. Busca un número de registro y revisa la etiqueta para conocer la composición, las instrucciones de uso y las contraindicaciones. Sin embargo, la eficacia de estas pulseras sigue siendo limitada en comparación con otros métodos de protección contra mosquitos.
En lugar de depender de pulseras, considera otras medidas más efectivas como el uso de mosquiteras, insecticidas y la aplicación correcta de repelentes sobre la piel. Además, evita zonas con alta presencia de mosquitos y cubre tu cuerpo con ropa adecuada cuando sea posible. Las mosquiteras y los insecticidas, si se utilizan correctamente, ofrecen una protección más robusta y duradera contra los mosquitos, que proliferan en verano debido a las altas temperaturas y la humedad, y que pueden transmitir enfermedades graves.