Beatriz Crespo, doctorada en Medicina y Rendimiento Deportivo, presenta su libro ‘MicroIAbitos saludables’ en el que pretende erradicar algunos mitos falsos sobre deporte, alimentación o salud mental en una obra en la que incluye elementos interactivos producidos por la Inteligencia Artificial. Fundadora de la empresa Freedom & Flow, lleva más de una década investigando sobre bienestar de los trabajadores en múltiples sectores.
¿Para qué sirven exactamente los microhábitos?
Los microhábitos son acciones de menos de dos minutos que tienen un efecto escalera. Son pequeñas acciones que te dan motivación suficiente como para incorporar un hábito. Comer saludable es un objetivo demasiado grande. Es más fácil tomar pequeñas acciones para adquirir un hábito.
¿Dos minutos son suficientes para mejorar la calidad de vida?
No solo dos minutos, pero si vas sumando pequeñas acciones sí que puedes impactar en la calidad de vida sin llegar a necesitar cambios radicales. Normalmente, nos proponemos hábitos extremos que son muy difíciles de mantener en el tiempo.
La ausencia de salud emocional genera deudas a corto y a largo plazo porque se pierde talento
¿Cómo los microhábitos pueden ayudar a gestionar el estrés laboral?
Para gestionar el estrés laboral hay varios tipos de microhábitos. Un ejemplo es el lenguaje. Te lleva menos de dos minutos elegir qué palabras usar para premiar a la gente con la que trabajas. ‘Oye, lo has hecho fenomenal’. El lenguaje positivo aumenta nivel de oxitocina, serotonina, endorfinas y ayuda a disminuir los picos de cortisol.
¿Vivimos cada vez más estresados o no se le ha dado importancia a la salud mental hasta ahora?
La salud mental siempre ha estado encima de la mesa, pero ahora empieza a normalizarse. Desde las empresas se está empezando a apostar a quitar los estigmas de problemas mentales o salud mental dentro del ámbito laboral. Las directivas están sufriendo un cambio cultural muy grande donde la persona se coloca en el centro. La ausencia de salud emocional genera deudas a corto y a largo plazo porque se pierde talento. Impacta directamente en la capacidad de solvencia, en episodios negativos en el día a día, en ser capaz de generar negocio. Como la salud mental afecta al negocio, preocupa a las empresas.
La predisposición genética no puedes cambiarla, pero sí tienes buenos hábitos pueden ayudarte a que tus genes no se expresen con una enfermedad
Como divulgadora, ¿Cómo intentas reducir esta cultura del mínimo esfuerzo en el deporte o para la salud?
Incorporando pequeñas acciones o estrategias podemos llegar al mismo fin pero de forma saludable. Con humor puedo hacer que la persona se identifique más con los hábitos que no funcionan, pero que seguimos haciendo. Si nos reímos de nosotras mismas se puede fijar mucho más el microhábito.
¿Los buenos hábitos alimentarios y deportivos pueden contrarrestar la genética?
Tenemos una predisposición genética determinada y también lo que se llama epigenética que viene condicionada por las elecciones del día a día. La predisposición genética no puedes cambiarla, pero sí tienes buenos hábitos (junto con reducir la exposición a la contaminación o solar) pueden ayudarte a que tus genes no se expresen con una enfermedad. Puedes tener una predisposición genética a la diabetes tipo 2, y puedes no tenerla o tenerla mucho más liviana que si no tuvieras un estilo de vida saludable.
Nos ponemos retos extremos, correr 10 kilómetros o ir todos los días al gimnasio. Debemos comprometernos a ir un día y lo demás ya irá viniendo
¿Una persona obesa o extremadamente delgada puede reeducar a sus hormonas?
Por supuesto. Una persona obesa tiene un problema metabólico más allá de acumular grasa o un exceso de tejido graso. Este contexto metabólico alterado puede ser revertido con buenos hábitos de vida pero también con seguimiento médico y un cambio de mentalidad. No vale con reducir la ingesta calórica, conlleva muchos otros cambios. En el caso de una persona extremadamente delgada es todavía más difícil si viene dada por anorexia, porque hay que hacer un trabajo psicológico para tener un estilo de vida saludable. Otra cosa es que seas una persona grande o más delgada, estás condicionada por los huesos y hace falta aceptación.
¿Cómo el deporte puede ayudar a una persona con diabetes u otra enfermedad no transmisible?
La OMS sitúa las enfermedades no transmisibles como el 70% de las muertes en el mundo. La práctica regular de actividad física genera una serie de hormonas exerquinas que activan mecanismos del músculo y órganos vitales que protegen nuestro cuerpo, lo vuelven más sensible en el caso de la diabetes y hacen que podamos revertir problemas cardiovasculares. No es tanto el deporte reglado, sino aumentar los niveles de actividad física y practicar regularmente actividad física pueden reducir los efectos de una enfermedad a los que tienes predisposición genética.
Existen también problemas de vigorexia a los que no se les da importancia. Hay muchas personas obsesionadas por una práctica deportiva extrema e insana
¿Cuál es el reto más complicado para los que empiezan a hacer deporte?
Lo más difícil es motivarse para ir dentro de un par de días a hacer una rutina. Pasárselo bien es otro de los hitos. Nos ponemos retos extremos, correr 10 kilómetros o ir todos los días al gimnasio. Debemos comprometernos a ir un día y lo demás ya irá viniendo.
¿Por qué hay menos cultura del deporte entre las mujeres?
Si no tienes referentes deportivos femeninos a los que poder seguir, crees que es imposible y no te das una oportunidad. La menor cultura deportiva ha venido dada por una falta de referentes. No porque no existiesen, sino porque no se les daba visibilidad.
¿Qué importancia tiene el deporte de fuerza de cara a la menopausia?
El entrenamiento de fuerza es vital para poder mantener los niveles óseos y para ayudar a mantener los cambios hormonales. También para mantener la musculatura tonificada, algo muy importante para las hormonas exerquinas, que regulan el páncreas, la resistencia a la insulina y reducen la inflamación y retención de líquidos que muchas sufrimos a lo largo de nuestra vida.
La IA te dirá qué tienes qué comer, qué tipo de ejercicio es el más adecuado para ti o qué microhábitos te funcionan
¿El físico prima más que la salud en la sociedad actual?
La estética es un motivador muy grande para ponerse en forma, y no es menos que la salud. Todos buscamos un retorno estético incluso si nos cuidamos por salud. Y no es malo, lo que es malo es obsesionarse. Existen también problemas de vigorexia a los que no se les da importancia. Hay muchas personas obsesionadas por una práctica deportiva extrema e insana y que se vuelca en las redes de una forma nociva para los demás.
¿Por qué incorporaste la inteligencia artificial en este libro?
Quería que el libro físico fuese la puerta de entrada a un mundo virtual interaccionable. A partir de mis textos, se han generado ilustraciones y avatares que se mueven y narran la historia.
¿Cómo una persona puede incorporar la Inteligencia Artificial para mejorar su salud?
La IA la estamos usando continuamente aunque no seamos conscientes. Las redes sociales se basan en un algoritmo creado con IA, las pulseras de actividad pueden recomendarte canciones según tu pulso cardiaco… He estado trabajando en la Universidad de Stanford cruzando información genética con tus gustos, preferencias y las respuestas de tu propio organismo. En un futuro las personas tomaremos menos decisiones sobre salud porque la IA te dirá qué tienes qué comer, qué tipo de ejercicio es el más adecuado para ti o qué microhábitos te funcionan. Ese es el objetivo, crear un chat generativo que te diga qué es saludable para tu estilo de vida.
Deporte, alimentación, gestión emocional, digitalización saludable, etcétera. ¿Cómo llegar a todo sin morir en el intento?
Con los microhábitos. La teoría de las ganancias marginales es que si tú puedes incorporar hábitos de dos minutos en tu día a día, que vayas tomando conciencia y sumando esas pequeñas acciones, dejas de ponerte retos imposibles o hábitos de vida enormes. Hacer deporte, comer bien, gestionar mis emociones… Son grandes hábitos, pero hay pequeñas cosas. Quitar las notificaciones del móvil o cortar de raíz el ‘”scroll’ durante más de cinco minutos son algunas de las pautas para incorporar hábitos saludables sin morir en el intento.