Se van a cumplir nueve años de uno de los hitos que guarda con mayor cariño Luis de la Fuente y algunos de los internacionales que están concentrados en Alemania. El 19 de julio de 2015, en el estadio Municipal de la ciudad griega de Katerini, a los pies del Monte Olimpo, España conquistó el campeonato de Europa Sub-19 con el técnico de Haro en el banquillo y un doble pivote todavía hoy muy reconocible que formaban entonces (y siguen formando) Rodri Hernández y Mikel Merino. Dos jugadores que acumulan casi una treintena de partidos juntos en todas las categorías de la selección a las órdenes del riojano. Circunstancia que lejos de ser una excepción es una tendencia dentro del grupo de jugadores que se encuentran desde este domingo en la pintoresca localidad alemana de Donaueschingen. Aquel fue su primer título en la selección.
Unai Simón cuenta en su palmarés con una Eurocopa Sub-19, una Sub-21 y una medalla de plata en los Juegos Olímpicos, títulos ganados todos con Luis de la Fuente en el banquillo. El seleccionador ha sido leal a sus ‘espartanos’ en esta lista en la que aparecen jugadores que trabajan con él desde hace más de un lustro. Futbolistas como Marc Cucurella, que llegó a ser capitán en la Sub-21, o como Martín Zubimendi, al que convirtió en fijo de la Sub-21 y luego tiñó de plata en Tokio. Otros de sus soldados es Mikel Oyarzabal, al que incluyó en el grupo de capitanes a su llegada a la absoluta. Mikel fue el 9 en la final Sub-21 en la que España ganó en el estadio Friuli de Udine a Alemania, con un once en el que también estaban Mikel Merino, Fabián y Dani Olmo, con goles de los dos últimos. A Olmo lo ha ido modelando en todas las categorías por las que ha pasado y cuando ha llegado a la absoluta le ha dado los galones que se ganó con la Sub-21, donde se convirtió en referente en ataque con la Rojita. Ferran Torres, muy discutido en el Barcelona, es otro hombre de De la Fuente al que el seleccionador sigue llamando y que responde siempre con goles.
Ni Ramos ni Brahim, el ecosistema de la selección
Desde su llegada a la selección, la prioridad de De la Fuente siempre ha sido mantener el ecosistema que había generado en las inferiores, un hábitat con rutinas ganadoras regadas de títulos. Una apuesta por el grupo que ha conllevado el sacrificio de individualidades que podían contaminar ese equilibro natural del equipo y más de un roce con la prensa. En su primera rueda de prensa como seleccionador, en la que le hicieron doce preguntas sobre la ausencia de Sergio Ramos, el riojano fue categórico en su primera declaración de intenciones: “Agradecemos a los jugadores que han defendido la camiseta estos años, pero en esta nueva etapa vamos a apostar por gente joven que viene con fuerza desde atrás y conocemos bien por haber trabajado con ellos en los últimos años”.
Después De la Fuente no llegó a convocar a Brahim y el madridista prefirió irse a Marruecos la semana que iba a ser convocado por el seleccionador como premio a su buen momento entonces. Detrás de esa apuesta por la selección norteafricana se esconde una decisión lógica del malagueño que prefirió convertirse en el 10 indiscutible de Marruecos a ser un jugador más de esta nueva España coral en la que no sería titular de forma recurrente.
Defender una misma idea
Al seleccionador lo definen los jugadores como “un tío tranquilo y cercano”. Para Mikel Oyarzabal “De la Fuente es muy cercano, te da mucha confianza y tiene las ideas muy claras. No voy a descubrir nada si cuento que Luis siempre ha dicho que lo importante es el equipo, la unión de todos. El juego cambiará en lo táctico dependiendo de la rival, pero todos debemos ir juntos con la misma idea y ayudarnos”. Para el realista “es importante que haya ese ambiente de cuadrilla, pero que en el campo si hay que hablar y decirle alguna cosa a alguno, se le dice. Y si se enfada, luego se arregla. Hay que ser amigos, pero no hay que olvidar que también hay que ser competidores por el bien del equipo”.
El que más entrenadores ha conocido en la absoluta y el único campeón del mundo que queda, Jesús Navas, se atreve a hacer incluso alguna comparación sobre su carácter: “Es similar a Del Bosque porque desde la tranquilidad transmite al grupo que podemos llegar al éxito y siempre pide el máximo esfuerzo. Transmite mucha tranquilidad, pero en los entrenamientos exige lo máximo. La exigencia no la negocia”.
“Tranquilidad, cercanía y libertad”
La prolongación del técnico en el campo, Rodri Hernández, es uno de los que tiene más autoridad para hablar de De la Fuente: “Le conozco desde hace mucho tiempo. No es lo mismo ser entrenador de club que seleccionador y eso él lo ha entendido perfectamente. Sabía que necesitaba más tiempo para sembrar su idea y ahora está recogiendo los resultados de ese trabajo. Luis da libertad al jugador, te da dos o tres pautas como ser más verticales y más contundentes en las áreas. Ha conseguido implementar en el grupo y el equipo está creciendo mucho”. Para el del City, “Luis es cercano y directo con el jugador. Te da el guión y nosotros lo interpretamos aprovechando siempre el perfil de los compañeros que hay en el campo. Hay que ser inteligente y aprovechar a los jugadores que te permiten rentabilizar esa idea que nos da y retroalimentándonos. El mister nos da una libertad que agradecemos”.
Incluso el hombre que porta el brazalete, un Álvaro Morata al que el seleccionador defendió vehementemente cuando fue pitado en el Santiago Bernabéu, también incide en esa competitividad que insufla a los jugadores: “En esta selección hay muchas reuniones y charlas. De la Fuente es muy cercano. Lo primero que quiere es que las personas estén a gusto y a partir de ahí competir porque como nos insiste, aquí no hemos venido de vacaciones. Tenemos una responsabilidad y un país detrás. Y eso él lo tiene claro y nos lo repite a todos, especialmente a los más jóvenes”.
A Lamine Yamal, que cumplirá 17 años el día antes de la final de la Eurocopa, lo hizo debutar con la absoluta con 16 años y 57 días el 8 de septiembre de 2023 ante Georgia. Lo agradeció marcando además un gol, convirtiéndose así en el futbolista más joven de la historia en jugar y marcar para España. Hoy Lamine es indiscutible en el once de De la Fuente y la estrella emergente de esta selección en la que pone el desborde y el descaro, atento siempre a los consejos de sus compañeros, especialmente de Navas y Rodri. Le Normand fue una apuesta personal de De la Fuente. El 24 de febrero de 2023 declaró estar interesado en convocarlo con la selección y el 23 de mayo adquirió la nacionalidad española, con lo que pasó a estar disponible. El 2 de junio fue incluido en la lista de la fase final de la Liga de Naciones y debutó el 15 en las semifinales ante Italia.
Si se sigue peinando la convocatoria aparece un Fabián fue elegido mejor jugador del Europeo Sub-21 de Italia y San Marino, en 2019, donde salieron campeones con el de Haro como seleccionador. Álex Baena es otro ‘canterano’ de De la Fuente. Y Pedri siempre ha sido su ojito derecho. Nunca le ha faltado una llamada y hasta una visita discreta del seleccionador cuando las lesiones se han cruzado en su camino. Luis lo subió a la Sub-21 y lo llevó a los Juegos de Tokio para colgarse la medalla de plata. Y cuando su presencia en la Eurocopa estaba en duda, afirmó categóricamente: “Siempre esperaremos a Pedri”. Algo que ha cumplido y que el canario agradece volviendo a brillar. La “cuadrilla de De la Fuente” tras ganar el Europeo Sub-19 en 2015 en Grecia, los Juegos del Mediterráneo en 2018, el Europeo Sub-21 en Italia y San Marino en 2019, la plata olímpica en Tokio 2020 y la Nations League 2023, afronta su mayor desafío en Alemania. Los niños ya son hombres.