Polestar está en una situación delicada. La acción que el mercado norteamericano tomó contra los vehículos chinos, subiendo los impuestos sobre su importación hasta el 102,5% desde el 27,5% anterior, es un gran problema para la firma del grupo Geely. Según Thomas Ingenlath, consejero delegado de la marca, “es algo errático subir, de un día para otro, los aranceles en un 100%.
Aunque muchos pueden no ver el problema para la marca, porque, nacida de Volvo, su sede está en Suecia, cabe recordar que Polestar tiene gran parte de su producción en China. De hecho, el Polestar 2, el modelo que más fabrica, se ensambla en el país asiático, así como el nuevo Polestar 4, un SUV compacto que debe ser la gran baza de la firma en el mercado.
En ese sentido, los nuevos impuestos recaen sobre ambos modelos, claves para su estrategia a largo plazo. Si a este hecho sumamos que en Europa se plantean imponer nuevos aranceles y que en Estados Unidos también se gravarán las materias primas necesarias para la fabricación de coches, como el aluminio o los microchips, la situación empeora todavía más.
Globalizarse o morir
En ese sentido, Ingenlath admite que su marca, que pertenece al grupo chino Geely, depende sobremanera del país asiático y, por eso, ya hace tres años que está invirtiendo en sus actividades fuera de China, para evitar que, medidas como estas, no les afecten tanto. Entre otras acciones, la compañía ha confirmado que el Polestar 3 se producirá, además de en China, en la planta de Volvo en Carolina del Sur y que, a partir de mediados del año que viene, el Polestar 4 también se ensamblará fuera de China, en este caso en Busan, Corea del Sur, en la planta de Renault Korea Motors. De hecho, inicialmente toda la producción del Polestar 4 en Corea se destinará al mercado norteamericano. En el futuro, con la llegada del Polestar 7, la firma sueca espera también producir en Europa.
Inglenlath reconoce que diversificar la producción de sus modelos permitirá defenderse de los impuestos estadounidenses, así como de posibles acciones de la Unión Europea. Tampoco se olvida, con esta estrategia, que China seguramente responda con aranceles a vehículos europeos y estadounidenses, por lo que mantendrá gran parte de su producción en el gigante asiático.
Con todo, en la reciente presentación del Polestar 3 y el Polestar 4 en España, Ingenlath pidió que “si no puede haber libre comercio, al menos sí haya comercio justo”.
En problemas
Polestar cerró 2024 con 54.600 entregas en todo el mundo, lo que supuso un 6% más sobre los resultados de 2023, aunque también quedarse cortos de un objetivo que rondaba las 60.000 unidades. Aunque la diferencia fueron poco más de 5.000, hay que mirar más allá y ver que la firma sueca está sufriendo como nadie la ralentización del mercado eléctrico en todo el mundo, más incluso que otras firmas como Tesla, de mucho más volumen pese a ser su oferta únicamente eléctrica.
De ese total, 10.432 unidades se matricularon en Estados Unidos, siendo el segundo trimestre, con 3.500 el mejor del año, y el último, con 1.833, el peor. En los primeros cuatro meses de 2024, solo ha matriculado en el país norteamericano 1.000 unidades, un bajón respecto a las 2.999 del primer trimestre de 2023, que se ha trasladado al mercado global, donde entregó apenas 7.200 unidades, un 40% menos. A este ritmo, este año se quedaría con aproximadamente 29.000 unidades vendidas, casi la mitad que en 2023.
Polestar pierde casi el 100% de su valor en bolsa
A todo esto hay que sumar que todavía no ha podido comunicar su balance económico de 2023, algo obligatorio para las compañías que cotizan en bolsa -en el Nasdaq neoyorquino en su caso-, algo que desde la bolsa ya han respondido con una notificación de incumplimiento de su normativa. A pesar de ello, las acciones de Polestar seguirán cotizando en Nasdaq mientras la empresa cumpla con otros requisitos de listado. Polestar tiene un plazo de 60 días para presentar un plan de cumplimiento. Si el plan es aceptado, podría recibir hasta 180 días adicionales para regularizar su situación, es decir, hasta el 11 de noviembre de 2024. En cuanto a su balance económico, esperan anunciarlo a finales de este mes.
En consecuencia de todo lo anterior, Polestar se ha desplomado en bolsa durante el último año. Desde el 11 de julio de 2023, la fecha con su cotización más alta en los últimos 12 meses, su valor ha caído un 80,52%, pasando de los 0,75 dólares a los 0,15 dólares en los que cotiza en el momento de la redacción de este artículo. Polestar no consigue superar el dólar por acción desde el 3 de marzo de 2023 y, si contamos desde la fecha de su máxima cotización, los 5,46 dólares del 19 de noviembre de 2021, la caída es del 97,25%.