No es esta una campaña de europeas cualquiera. No lo es por la trascendencia que tiene para el presidente Pedro Sánchez, que la ha planteado como un cuerpo a cuerpo con la derecha y la extrema derecha, y no lo es tampoco para un Salvador Illa que tiene por delante el reto de convertirse en president de la Generalitat. Así que el líder del PSC ha optado por coger las riendas de la contienda implicándose a diario en los mítines junto a los candidatos catalanes, Javi López y Laura Ballarín; y lo hará con una menor presencia del jefe del Gobierno, que sí que se implicó a fondo en las catalanas.
Dos son los objetivos que tiene en estos momentos Illa tras haber ganado con contundencia el pasado 12 de mayo: que Cataluña vuelva a ser caladero de votos para el PSOE y proyectarse como el inevitable futuro president sumando la quinta victoria consecutiva en tres años. De hecho, la campaña transcurrirá en dos dimensiones, ya que más allá de lo que cada líder diga sobre el atril electoral, entre bambalinas tratará de alcanzarse un pacto que implique a ERC o a Junts. La primera prueba del algodón sobre si eso es posible será el día 10 -el día después de las europeas- con la votación de la presidencia y la Mesa del Parlament.
El impacto de la amnistía
Pero entremedio hay también otras fechas señaladas que pueden impactar en el transcurso tanto de las negociaciones como de la campaña, como la aprobación de la amnistía el día 30 y cómo puede afectar al regreso de Carles Puigdemonto del candidato de Junts en estas elecciones, el ‘exconseller’ Toni Comín. A la expectativa de lo que ocurra, tras haberse convertido en omnipresente en las últimas semanas en Cataluña y sacar pecho del rédito que ha dado la estrategia de desjudicialización, Sánchez tendrá esta vez un papel más discreto en territorio catalán.
Por ahora, no está anunciada su presencia en ningún mitin en Cataluña más allá de que el viernes, primer día de campaña, participará en un coloquio en el Cercle d’Economia en Sitges. De los cinco actos principales que el presidente tiene agendados, dos de ellos son en Andalucía. Sin embargo, el PSC deja en el aire que, finalmente, Sánchez acuda a algun acto con el objetivo de, como ya hizo en las catalanas, levantar el voto en el área metropolitana, gran feudo socialista.
Ganar al independentismo… y pactar con él
También cuentan con que la candidata estatal, Teresa Ribera, venga a Cataluña, aunque está por determinar la fecha. Y lo que sí que está ya cerrado es la participación del candidato socialista a la Comisión Europea, Nicolas Schmit, el lunes que viene, y la del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, este viernes por la tarde. Su figura es importante en la defensa del catalán como lengua oficial en la Unión Europea, uno de los acuerdos que se cerraron con los independentistas y que está aún por cumplir. Sin embargo, será Illa el gran protagonista, que volverá a concentrarse en el cinturón rojo.
Siguiendo el hilo argumental estatal, el PSC planteará estas elecciones como un “dilema entre avanzar o retroceder” y, parafraseando a Sánchez, en una nueva contienda para “para los pies a los que enfangan la política”. Es decir, a PP y a Vox. Como eje de campaña tendrán también el papel que tiene el proyecto europeo en Cataluña en términos de derechos sociales, para una transición ecológica “justa” y para los derechos de las mujeres. A la hora de oponerse al independentismo, Illa ha alegado siempre que es momento de estrechar lazos con un modelo de relación federal con España y también con Europa. Ahora tiene el reto de ganar de nuevo a ERC y Junts y, a la vez, lograr con ellos un pacto.