El Inter cumplió los pronósticos en casa y venció sin esfuerzo excesivo a un Empoli que lucha por permanecer en la Serie A. A ocho jornadas del final de la liga, el conjunto de Simone Inzaghi, que únicamente sigue vivo en esta competición, tiene una ventaja de 14 puntos sobre el Milan y de 20 sobre la Juventus, que está a punto de no poder alcanzarles matemáticamente (quedan 24 puntos por disputar).
El título es una cuestión de semanas y el Inter lo sabe. Los locales salieron con fuerza y en apenas 20 minutos pudieron dejar sentenciado el encuentro. Lautaro estuvo cerca de hacer el primero de cabeza, pero fue Dimarco, con su excelso golpeo, el que abrió la lata a los cinco minutos de juego con una volea desde dentro del área, inalcanzable para Caprile.
Pasado el cuarto de hora de encuentro, Bastoni tuvo la opción de poner tierra de por medio con una cabalgada marca de la casa con la que se plantó en el área para lanzar un zurdazo rechazado entre Caprile y el palo. A partir de ahí, con ventaja en el marcador, el Inter se dedicó a dormir el partido y apenas sufrió para defender su portería a cero, salvo una ofensiva del Empoli al final de la primera parte y alguna jugada individual de Cambiaghi.
La cabeza en el derbi
Con el partido llegando a su ocaso y con el equipo de Inzaghi en control total del encuentro, llegó el gol de la sentencia a falta de 10 minutos. Dumfries y Alexis Sánchez, que habían entrado cuatro minutos antes, fueron los protagonistas, con el neerlandés llegando a línea de fondo y regalando un pase de la muerte para que el chileno anotara a placer.
Por si su solvencia fuera poco, el calendario, con muchos rivales de la zona baja, favorece a un Inter que ya piensa en la celebración de un nuevo trofeo. El colofón lo puede poner el derbi ante el Milan del próximo 22 de abril, en el que los de Inzaghi pueden proclamarse campeones ante su acérrimo rival.