Hay dos selecciones brasileñas. Una la que lleva una estadística vergonzosa: ha sido eliminada en los últimos cinco Mundiales por cinco selecciones europeas diferentes: Francia (Alemania 2006), Holanda (Sudáfrica 2010), Alemania (Brasil 2014), Bélgica (Rusia 2018) y Croacia (Qatar 2022). Y existe otra, que es la que se enfrentará a España este martes en el Santiago Bernabéu, que es un rodillo cuando se mide a selecciones del Viejo Continente en amistosos, donde acumula once victorias y un empate en los doce últimos encuentros disputados a lo largo de una década
La Seleçao que aterriza en Madrid viene por la moral por las nubes. El sábado, aumentó esta racha obteniendo un triunfo de muchísimo mérito en Wembley, contra la Inglaterra de Jude Bellingham: ganó por 0-1 con un tanto de Endrick (que será futbolista del Real Madrid en el mes de julio), en el debut de Dorival Junior como seleccionador.
No las tenía todas la ‘canarinha’ que afrontó esta fecha FIFA con cinco bajas por lesión de última hora: el portero Ederson (City); los centrales Marquinhos (PSG) y Gabriel Magalhaes (Arsenal); el pivote Casemiro (Manchester United), y el extremo Gabriel Martinelli (Arsenal). Todos ellos estaban llamados a ser titulares, la única duda es la del gunner.
Y, con un portero y una defensa de circunstancias (solo el lateral Danilo es titular), Brasil aguantó el tipo ante el conjunto de Gareth Southgate. La victoria es una inyección de moral y credibilidad para el nuevo proyecto de Brasil, puesto en marcha en el mes de enero en medio de una gravísima crisis institucional en la CBF.
De momento, se ha cortado con la racha de tres derrotas consecutivas con las que se cerró en 2023 en partidos oficiales de clasificación para el Mundial 2026 (ante Uruguay, el día en que se lesionó Neymar Jr., Colombia y Argentina), cuando el seleccionador era aún Fernando Diniz, que compatibilizaba el cargo con la dirección del Fluminense a la espera de un Carlo Ancelotti que nunca apareció porque renovó con el Real Madrid hasta 2026.
Este triunfo amplía el buen desempeño de Brasil en los amistosos contra europeos. Su última derrota se remonta a agosto de 2013, cuando perdió en Basilea contra Suiza (1-0), en el primer compromiso después de ganar la Copa Confederaciones, con un 3-0 en la final en Maracaná.
La ‘canarinha’, como el resto de selecciones sudamericanas, se queja porque, con la aparición de la Nations League, no hay casi fechas FIFA para medirse a las selecciones europeas.
Antes de ganar a Inglaterra este sábado, su último amistoso con selecciones adscritas a la UEFA se remontaba a cinco años atrás. En marzo de 2019, con Tite como entrenadorr, se impuso a la República Checa (1-3), en Praga, con un doblete de Gabriel Jesus y otro tanto de Roberto Firmino.