El Barça logró una importante victoria en la pista del Joventut (75-93) con un gran protagonista, Darío Brizuela, que se echó el equipo a la espalda en el tercer cuarto, y con 12 puntos, iniciando el estirón definitivo del encuentro.
Un Brizuela del que se ‘olvidó’ Grimau en el último encuentro en Atenas, y en Badalona le demostró que puede contar con su aportación para intentar desatascar al equipo cuando no funcionan otras cosas. Posiblemente el técnico azulgrana habrá tomado nota.
“Siempre intento poner mi granito de arena el equipo, siempre con hambre cuando salgo y con ganas de romper el partido. Somos el Barça y eso es lo que intento cada vez que salgo a la pista”, decía un satisfecho Brizuela, que contó con 20 minutos de juego, solo superado por Parker, con 23.
Apoyo de los compañeros
La ‘Mamba negra’ reconoció que “hay compañeros que me han empujado, y solo quiero como el resto que el equipo vaya a mejor”, dijo.
Negó que hubiera lanzado un mensaje al técnico después de quedarse sin minutos en la dolorosa derrota en Atenas. “No tiene nada que ver con eso, estoy preparado para cuando se me llama y hoy tenía rabia por el partido que estábamos haciendo y finalmente lo hemos sacado con holgura”, comentó el de San Sebastián.
La ‘Mamba Negra’ reconocía que “no ha sido una buena semana, y teníamos que darle la vuelta, era muy importante y teníamos que ir con todo”. Y con sus puntos y carácter, el Barça respira un poco después de una semana realmente mala.